Skip to content

ANFIBIOS / SERGIO ARAYA

Anfibios: cantores de los humedales

Sapos y ranas viven en estrecha relación con los humedales, son su hogar: esteros, riachuelos, lagos, lagunas, charcos, ríos, bofedales, vegas, pantanos, mallines, ñadis y pomponales. La única condición es que sean de agua dulce, incluso la hojarasca húmeda del bosque es un buen lugar para estos pequeños animales.

Para los anfibios mantener su piel mojada es vital, porque en parte respiran por ella y para que eso ocurra tiene que estar húmeda. Otra gran razón: ponen sus huevos en lugares húmedos o directamente en el agua.  Su ciclo de vida depende de la presencia de agua. Esta relación anfibio-agua es tan potente, que es considerada sagrada para muchos pueblos ancestrales.

Anfibio significa “doble vida”, porque que en una primera etapa son como un pequeño pez o pirihuín que respira y hace su vida en el agua. Luego de un tiempo, viene la gran transformación de su cuerpo – o metamorfosis – proceso en el que algunos de los cambios incluyen la absorción de la su cola, aparición de las características extremidades largas que les permiten saltar y pulmones nuevos para respirar fuera del agua.

Para comunicarse muchos anfibios cantan (hay algunas especies que no lo hacen, o hasta ahora no se ha descubierto que lo hagan), es su medio de comunicación y lo que sabemos gracias a los científicos que los estudian, es que principalmente se trata de llamados, cantos o voces de los machos para atraer a las hembras en períodos de reproducción. Las hembras también pueden vocalizar, aunque lo hacen con menos frecuencia; estas voces les permiten elegir a su pareja, ya que el sonido puede transmitir información sobre los atributos del cantante. 

Durante las noches, suelen cantar formando sonoros coros de muchos individuos croando a la vez,  aunque en algunas ocasiones se les puede oír de día, incluso en algunos humedales urbanos.   

En Chile habitan más de 60 especies de anfibios que se distribuyen por casi todo el territorio, excepto en el desierto absoluto y en los hielos como glaciares, campos de hielo y la Antártica. En muchos de sus humedales se les puede escuchar, formando parte importante del paisaje sonoro nocturno.  

Cada especie tiene un canto característico que nos permite distinguirla al escucharlas, reconociendo la música propia de cada una.

Producto del cambio climático y la destrucción de sus hábitats, en muchos lugares del mundo sus poblaciones están disminuyendo o francamente desapareciendo. La invitación es a conocer y cuidar a nuestros anfibios, para que en los humedales siempre sigan cantando.